A comienzos del siglo XIX, Fernando VII fue “el deseado”, ya que la invasión francesa de la España Borbónica, hizo florecer en los sectores populares de la península, un aguerrido nacionalismo.
A caballo de su resistencia, instaló la consigna del deseado, como síntesis de la inquebrantable voluntad nacional española.
En nuestra argentina del ahora, hay también un “deseado”, pero no por los sectores populares,sino todo lo contrario.
Son los sectores dominantes tradicionales que avizoran en este Daniel, la herramienta para terminar con el kirchnerismo.
Más temprano que tarde, y a falta de algún líder político opositor que pueda cumplir el rol de síntesis aglutinante del anti-kirchnerismo, en el plano de la compulsa comicial, como sí lo poseen en el plano mediático, con el clarinete y su estrella ascendente, el cerdo sanata, (que no por cerdo, repugnante y miserable es menos hábil para concitar los orgasmos de los gorilas, sino todo lo contrario: aún sin gran formación política juega a la mancha con aviones) ven con buenos ojos al prudente, moderado y paciente Daniel.
El mauri, un poco desprotegido por Durán Barba y afines, sale a jugar solo, y ya convenció al gorilaje que no puede ser el gran candidato blanco.
TODAS LAS MIRADAS SE VUELVEN HACIA DANIEL “ EL DESEADO”.
Y aquí aparece la curiosa semejanza, doscientos años después:
DANIEL ES TAN PELOTUDO COMO FERNANDO VII.
Esto en sí mismo no es lo más grave.
Lo grave es que encolumnados tras él están los pejotas podridos que permitieron y llevaron a cabo el menemismo.
Y en muchos casos volverían gustosos a ese modelo, con la ilusión de ser más prolijos en el asistencialismo y la contención del morochaje, para no desembocar en otro 2001.
El pejotismo putrefacto menemista puede operar, incluso con cierta prolijidad, en los espacios municipales, y también bajo ciertas condiciones, a nivel provincial.
PERO MANEJANDO EL APARATO DEL ESTADO NACIONAL se rendirá incondicionalmente a las demandas e intereses de los sectores dominantes tradicionales, de los cuales su familia es y ha sido parte y servidumbre, por partes iguales.
Salvo algún milagro o que estemos muuuuyyyy equivocados este es el proyecto del pelotudo de Daniel.
Desde esta perspectiva, los enfrentamientos y batallas del kirchnerismo con los sojeteros y los clarinetistas, no son más que un encarajinamiento caprichoso de algunos zurditos trasnochados.
El Hugo y el Francisco ya se han encuadrado.
La lista de turros y miserables que esperan audiencia con Daniel “el deseado” es larga y variopinta.
Tal como dice Aliverti, Scioli es la puerta de salida por derecha.
Alternativas ?
Desde esta perspectiva, los enfrentamientos y batallas del kirchnerismo con los sojeteros y los clarinetistas, no son más que un encarajinamiento caprichoso de algunos zurditos trasnochados.
El Hugo y el Francisco ya se han encuadrado.
La lista de turros y miserables que esperan audiencia con Daniel “el deseado” es larga y variopinta.
Tal como dice Aliverti, Scioli es la puerta de salida por derecha.
Alternativas ?
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