La dinámica política nacional parece no tener tregua.
Por José Sánchez . En el marco machacón de las operaciones mediáticas anti k, dos antiguas cuestiones, atinentes a la construcción de la herramienta electoral del modelo nacional, popular y democrático, esto es el FPV, irrumpen en el escenario.
Y el FPV no es sólo una simple herramienta electoral. Es, además, la presencia permanente de la base de apoyo de nuestro modelo.
Una, la cuestión de la conducción de la CGT, ya sea que Moyano sí, que Moyano no, o que se oriente hacia la solución a la que supo aludir el Gral.Perón “ nombre una comisión”, reconoce casi un año entre su inicio y su explicitación. Previsiblemente encontrará algún tipo de resolución en el mediano plazo, aunque es probable que la cuestión de fondo siga irresuelta.
La otra, la herencia presidencial, ante la probable ausencia de CFK, en las candidaturas para 2015, involucra mayores complejidades políticas y a más largo plazo.
En este caso se trata de la continuidad o no del modelo NPD.
En la cuestión sindical, lo que puede ponerse a prueba, si es que los actores más directamente involucrados, esto es Gobierno por un lado y algunos Sindicatos por el otro, tensan la cuerda más allá de cierto límite es la correspondencia entre representados (los trabajadores concretos de a pié) y los dirigentes gremiales que muy lejos están de ser trabajadores.
Cuando Hugo Moyano y afines dicen “nosotros los trabajadores”, están incurriendo en una falacia no menor.
Ese nosotros incluye a una corporación limitada. Un selecto club de muchachos más o menos impresentables, encharcados en corruptelas mafiosas varias, y en su mayor parte, con largos años de auto-perpetuación y enriquecimiento personal.
La mayor parte de esos trabajadores de a pié, a los que dicen representar, son definidos votantes de CFK.
A la par, y paradójicamente, en los núcleos duros de los aparatos electorales de los sindicatos, se cumplen regularmente las renovaciones de mandatos sin mayores inconvenientes, salvo las eventuales listas que distintos grupos de izquierda logran armar con pobres resultados en su mayoría.
La disputa en curso entre sindicatos y empresas en las paritarias 2012 por los porcentajes de aumento salarial tensa la situación.
Los reclamos explícitos del Gobierno, para moderar estos reclamos, agregan tensión.
El argumento de la centralidad del modelo para garantizar los salarios y los derechos es contundente.
La disputa sectorial y corporativa, por mayores tajadas salariales es inevitable. El oficio de gremialista consiste esencialmente en eso.
Y el oficio se sostiene en el tiempo, aún con catástrofes como el menemismo. Es cierto, los pobre infelices pierden el laburo; el burócrata del sindicato, no.
La cuestión a dilucidar es: ¿Qué capacidad de maniobra tienen los burócratas sindicales para tensar la cuerda mediante paros, cortes, piquetes y afines? ¿Hasta qué punto los trabajadores de a pié darán sustento a una política de oposición activa a este Gobierno?
¿Qué porcentaje de votos le puede rebanar esta oposición sindical al modelo NPD?
Por último, cabe preguntarse: ¿Podrá el liderazgo de CFK, y por ende el FPV, imponerse relativamente a una activa oposición de algunos sectores de la burocracia sindical?
Sólo los votos lo dirán.
De igual modo, enancada en la cuestión de la candidatura bonaerense, se pondrá a consideración de la política del presente la efectividad concreta de los aparatos electorales del PJ.
¿Cuántos votos garantiza el aparato?
Los compañeros de los sectores populares de las provincias y de los municipios del gran Buenos Aires, en caso de plantearse la opción, con el PJ fuera del FPV. ¿Votarán por fuera de los aparatos del PJ?
¿Puede darse el corte de boletas entre un apoyo del 70 por ciento a una gestión municipal enganchada en una boleta diferente a la del FPV , y a la par, en esas mismas mesas recaudar un 45 o 50 para los candidatos a Gobernador y a Presidente del FPV ?
Muchos compañeros del MNPD, coincidíamos en la inestabilidad del apoyo de Moyano y del PJ.
Las cosas se pensaban para más adelante.
Se anticiparon.
Si bien es probable que la disputa con el Sciolismo continúe con idas y vueltas, y hasta es posible que no se llegue a una ruptura franca hasta una fecha tan lejana como las PASO de Agosto de 2015, queramos o no, la cuestión está planteada.
Sólo la evaluación política de nuestra propia fuerza y la estos otros actores de nuestro, hasta ahora, frente interno, permitirá tomar decisiones.
Y en este caso debemos confiar plenamente en nuestra conducción : CRISTINA
Se comprende entonces, que si los números de la macro- economía nos dan y los resultados de las legislativas lo permiten, el rumbo es claro:
VAMOS POR OTRO MANDATO DE CRISTINA.
