jueves, 1 de marzo de 2012

Profundidades

Por José Sánchez. Es claro que uno de los principales campos de combate por el poder, sino el más importante, es la lucha por el imaginario social y la construcción del sentido común. Por desmontar las naturalizaciones colonizantes que siguen siendo a pesar del paso de los años, las zonceras puestas en evidencia por Don Arturo.

Es en el éter, según dirían nuestros abuelos, esto es en la radio y en la televisión, y en las páginas de las publicaciones gráficas, más el mundo virtual informático, dónde se dirime la primacía en la construcción de conciencia y consenso en torno a los dos modelos de país claramente enfrentados.

Además de este campo principal, no debemos olvidar nunca que una de las herramientas fundamentales de nuestro modelo es la manifestación popular, el pueblo en las calles, poniendo en acto la conciencia y la defensa de nuestro modelo.

Transcurridos ocho largos años desde el inicio de esta epopeya reconstructiva, que recibe genéricamente la denominación de Kirchnerismo, es mucho lo que se ha avanzado y lo que se ha conseguido, y es asimismo mucho, o quizás mucho más, lo que falta.

Y aquí aparece la cuestión del ahora.

Muchos compañeros están preocupados y ocupados en la cuestión de la profundización del modelo. Y se ilusionan con fervor por nacionalizaciones y/o restricciones varias a la voracidad del sector financiero local e internacional.

Y otros compañeros advierten que los recursos disponibles ahora, y en el futuro inmediato y a mediano plazo parecieran poner ciertos límites a algunas líneas de estas deseadas acciones de profundización.

En realidad el límite real, que engloba y da base a todos los límites a las profundizaciones deseadas es que nuestro modelo ESTÁ DENTRO DEL SISTEMA CAPITALISTA.

Y esta es la cuestión. Habrá que pensar y discutir, para después transformarlo en políticas activas, hasta qué punto se pueden estirar los aspectos socializantes, en cuanto a redistribución del ingreso y la transferencia de rentas del sector dominante capitalista hacia los sectores del trabajo, que nuestro modelo tiene.

Porque los tiene, no sólo en las paritarias libres que permiten sostener un salario con real poder adquisitivo, aún en las condiciones de inflación fogoneadas desde adentro y desde afuera por los enemigos duros de nuestro modelo, sino también y principalmente en el sector de la previsión social ( la asignación universal por hijo, los aumentos jubilatorios).

Los mecanismos y políticas estatales claramente dirigidos a la protección del mercado interno y los esfuerzos por la diversificación productiva y la integración agroalimentaria, entre materias primas y el valor agregado que provee la industria de esas materias primas, aún están claramente dentro del sistema capitalista y sus reglas.

Si bien esta especie de neokeynesianismo que aplica el Estado argentino, y en mayor o menor medida, la mayoría de las naciones latinoamericanas, está radicalmente opuesto a los postulados del neoliberalismo global que privilegia los intereses y negocios de los sectores financieros actualmente dominantes de toda la estructura del capitalismo ( mandan las bolsas y los bancos, no las fábricas como antaño), sigue estando sujeto las reglas básicas del sistema capitalista y en particular a su principal regla, las ganancias y rentas de las empresas por sobre cualquier otra consideración, en especial las que se refieran a la solidaridad, la igualdad de oportunidades y la inclusión de los sectores más desprotegidos.

De lo cual se desprende una situación de permanente tensión entre este Estado, que promueve con mayor o menor eficacia la inclusión, el amparo y promoción de los sectores populares más desprotegidos y el mercado, al cual gustan referenciarse los dueños del capital y de los medios de producción.

Esta tensión contiene muchos elementos y variables, por lo que navegar en ella exige mucho trabajo, mucha cintura política, mucha paciencia, cierta dosis de audacia e intuición y por sobre todo el apoyo sólido de las mayorías populares expresadas periódicamente en elecciones democráticas que otorguen y revaliden la legalidad y la legitimidad de este Estado neokeynesiano.

El camino recorrido en estos más de ocho años ha sido exitoso. No exento de errores y reveses, lo cual lo hace aún más sólido.

Más notablemente aún, si se toma en cuenta que una parte no desdeñable de los actores socio-políticos, que integran el kirchnerismo registra una buena cantidad de “amigos”, que pacientemente esperan con el cuchillo bajo el poncho.

Súmese a esta complejidad, la inevitable miopía corporativa de algunos sectores gremiales, los que, de acuerdo a su matriz limitada, priorizan las demandas salariales, en especial hacia el Estado, tomando cierta distancia de su apoyo al modelo que hasta ahora había sido sin fisuras.

Vale decir que aquí se aplica la cuestión del árbol y el bosque.

De algún modo algunos sindicatos reproducen simétricamente la matriz restringida , egoísta y corporativa de los empresarios.

La cuestión es todavía más compleja, si de empleados del Estado se trata, ya que estas demandas corporativas afectan directamente a los recursos y al margen de poder político de ese mismo Estado, que es la garantía principal del desarrollo sustentable de las condiciones de vida razonables y en mejoría de los trabajadores de sus propias organizaciones.

Aunque resulte antipático, no es ocioso reflexionar alrededor de estas cuestiones sin olvidar, además del árbol y el bosque la cuestión del escorpión.

El asunto se corta por lo simple…¿Cómo que no hay plata para darnos el 32% de aumente?...Hay plata. ¿ Qué le está pasando a Cristina?

¿Hay plata?

Hay y no hay. Los recursos son limitados, las necesidades no. La asignación presupuestaria es una decisión política en el sentido más estricto del término.

Ahora bien…si este, nuestro gobierno, ha hecho bien las cosas y ha mostrado en los hechos y permanentemente que no es neutral, que juega para nosotros…no sería razonable renovar nuestra confianza en él y apoyar firme, decidida y militantemente su accionar?

Estas y otras cuestiones próximas o más o menos cercanas son el objeto de estas notas que invitan al diálogo, a la discusión de ideas.

Piedra libre para todos los compañeros¡¡¡¡
¡¡ Pis y caca el enmascarado no se rinde ¡¡¡¡

Grupo Arturo Jauretche

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