Unidos y Organizados, fue el lema síntesis, acordado por los movimientos y agrupaciones convocantes.
Más que una realidad, es un deseo y un objetivo.
Más estratégico que táctico.
Las conducciones del Movimiento Evita, La Cámpora, La Kolina y el Frente Transversal, asociados sin excesiva solidez en la Corriente Nacional de la Militancia, habían propuesto a la conductora política de esta fase del PNPD, la presidenta Cristina Kirchner, la realización de un acto masivo para el 11 de Marzo.
La conducción resolvió hacerlo el 27 de Abril, día en que 9 años atrás, el después presidente Néstor Kirchner, ganó el derecho a disputar la segunda vuelta de las elecciones nacionales para la presidencia de la Nación con un sobrio y flaco 22%, apenas 2 puntos y monedas debajo de Carlos Menem.
La Historia es conocida y no se abundará en ello.
Si bien se hicieron presentes algunos dirigentes sindicales de la CGT, esta no movilizó a los trabajadores sindicalizados.
De igual modo, estuvieron presentes algunos intendentes del conurbano. En las gradas y el campo había escasos globos y carteles pero casi no había gente movilizada por ellos.
Lo mismo reza para los gobernadores que se hicieron presentes.
La Juventud Sindical conducida por Facundo Moyano, que había participado del acto en Huracán el 11 de Marzo de 2011, esta vez, a tono con los escarceos tragicómicos de papá Hugo, no estuvo.
En resumen, las decenas de miles de compañeros (alrededor de 80.000 a ojo de buen cubero experimentado en estas lides) que concurrieron a escuchar a Cristina, y a reconocerse en una epifanía pública, festiva y convincente para propios y extraños, respondieron a la convocatoria de sus conducciones.
Estas fueron las conducciones de los movimientos sociales y políticos que se reconocen como “Kirchneristas” sin más.
Esta vez la CGT no movilizó.
Esta vez el PJ no movilizó.
El River de Moyano de hace un poco más de 2 años, indicaría que los sindicatos organizados, enfrascados en la disputa por la conducción de la CGT, reconocen esta cuestión como central y por tanto carecen de suficiente consenso para llevar a cabo una manifestación masiva. Para poner las cosas más en claro, los escasos 20.000 afiliados que convocó Hugo Moyano, el día anterior en instalaciones cedidas por Macri a tal fin, hablan por sí solos.
Bien mirado, puede un atento observador de la política de estos tiempos concluir, no sin cierta sorpresa que la última vez que el PJ movilizó masivamente fue en el acto de cierre de la campaña presidencial en las elecciones de 1983. Sí…ese acto de Herminio y el cajón.
Sí fueron masivos los paros y movilizaciones de la CGT de Ubaldini, contra las políticas de Alfonsín.
Pero…el PJ, el famoso aparato, en particular el del gran buenos aires, no aparece en mi memoria desde 1983 hasta el presente.
No en una manifestación como la del kirchnerismo en Vélez
Según Juan Perón, el Partido Justicialista es la herramienta electoral del Peronismo, así como los trabajadores organizados debían ser su columna vertebral.
Cabe explorar la posibilidad de que con el menemismo neoliberal y privatizador, al mismo tiempo que la mayor parte de los cuadros y aparatos del PJ se encolumnaron en el modelo de país para pocos, ya que con toda claridad participaron del saqueo y el desguace del Estado , se divorciaron, se separaron de los sectores populares que el peronismo protegió y promovió en su origen y en sus dos primeros gobiernos.
A pesar de las ridículas argumentaciones de la “actualización doctrinaria”, tan lógicas y razonables como explicar la cuadratura del círculo, la década menemista y el desgraciado apéndice aliancista con el pelotudo solemne de De la Rúa al frente, consistió en la aplicación sin miramientos de las políticas neoliberales del consenso de Washington, absolutamente opuestas a las propuestas y acciones históricas del Peronismo.
Puede reconocerse en general que el Peronismo, es un movimiento amplio, que incluye a muchos sectores de la estructura social de la argentina, que de modo poco claro pero sólido, coinciden en aplicar políticas de Estado y de Gobierno de carácter Nacional, Popular y, en esta fase Democrático.
El Kirchnerismo, sea lo que fuere, deviene claramente del Movimiento Nacional Peronista.
Pero no proviene del PJ…del pejotismo.
Si bien hasta el presente las estructuras del PJ en general han acompañado las políticas del Kirchnerismo, es dudosa su coherencia política, ya que no ideológica.
Muchos de los sectores que conforman las estructuras del PJ, tanto en el gran buenos aires como en varias de las provincias se hallarían más a gusto con propuestas de centro?-derecha, tipo Macri. Algo así como neo-neoliberalismo con asistencia social focalizada, pero alejados de esta tenaz brega contra las corporaciones económicas y sus socios imperiales.
Más bien estarían muy cómodos estableciendo “ consensos ” al estilo de los que reclaman Clarín y La Nación, con los poderes económicos hegemónicos.
O sea vuelta para atrás otra vez
No es crucial para muchos de nuestros militantes poder diferenciar estas cuestiones acerca del pejotismo.
No en este contexto en que nosotros (es decir Cristina=Nosotros) conducimos y tenemos la iniciativa por encima del pejotismo.
Pero no sería desatinado, seguir trabajando estas cuestiones con todos los compañeros en los diversos espacios de Formación Política.
Una de las cuestiones principales en la acción política, es diferenciar claramente al bloque enemigo, y más en especial si esos enemigos, circunstancialmente juegan el papel de aliados por conveniencia.
Este es el caso del PJ y del pejotismo en general.
Cabe una anécdota personal: Para las elecciones de 1995, en que Menem iba por su reelección tuve una breve charla con mi padre, a la sazón de 71 años.
Mi padre “peronista de Perón y de Evita” de toda la vida me dijo que iba a votar al peronismo, es decir a Menem. Nunca olvidaré su desconcierto cuando le dije “ Pero papá…vas a votar a Braden ¡¡¡ ”
No me entendió.
Votó a Menem.
O sea, a Braden.
No parece que esté demás tratar de que algo así no vuelva a pasarnos.
El PJ, el pejotismo tienen un Braden en las tripas
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