lunes, 20 de febrero de 2012

Esa cosa derechoza

Por José Sánchez. Verano del 12. Puede resultar una apelación trasnochada a alguna de esos filmes hollywoodenses de mediados del siglo XX.

Pero no es el caso. Sólo se trata de darle una dimensión de tiempo kantiano a esta nota.

El espacio es el de la Patria Chica, más el de la Patria Grande Latinoamericana.

Nosotros, los sectores populares y nacionales, todavía estamos aturdidos por los festejos del 54,11, pero ya estamos pergeñando nuevos avances y profundizaciones en el modelo.

Ellos, se incluya lo que se incluya en ese variopinto y desflecado aglomerado político, están todavía más aturdidos, y a diferencia de nosotros, desorientados, estupefactos, sin atinar a casi nada.

Ante la contundencia y la solidez del apoyo popular y la continuidad sustentable de la UNASUR, los operadores de las corporaciones económicas y mediáticas están ensayando el sospechoso minué de “corrernos por izquierda”.

Traducen “sintonía fina” por ajuste, se indignan como pedófilo beato ante la supuesta represión a las manifestaciones contra la minería a cielo abierto, y hasta el Hugo, cual coqueta despechada, se anima a condenar la supuesta represión, mientras gruñe y muestra los dientes en un intento desesperado por controlar la cuota de poder que cree su propiedad.

El Daniel juega a la pelota con el Mauricio, mientras sigue sosteniendo su discurso inconmovible de lealtad con el proyecto nacional, a la par que acumula tropa y extiende sus recursos para alinear a los restos del todavía numeroso ? aparato del cabezón, con miras a su ascenso al único cargo que le falta ocupar.

Todo indica que la única tropa que no salió dañada en Octubre, cual es la que conduce Macri, tiene idéntico objetivo; todos los integrantes del amarillo PRO tienen naturales simpatías con las huestes de la bufandita naranja de Daniel, y también con lo que le va quedando al colorado De Narváez. No olvidemos a unos cuantos radicales que a falta de mejores principios insistirán en que  “¡¡¡vea…si no le gusta…tengo otros!!!”

A pesar de las reiteradas exposiciones de muchos analistas, que afirman lo erróneo de considerar el devenir político argentino en base a las categorías de izquierda y/o derecha, parece necesario y conveniente hacer precisamente ese ejercicio.

Norberto Bobbio, supo sintetizar esta disyuntiva de manera sencilla, no científica, pero clara.
Al que le importa lo que le pasa a los demás , es de izquierda…a los que no les importa son de derecha.

En nuestro caso es ejemplificador considerar las diferencias entre Federico Luppi y Sofovich, entre el Padre Mujica y Monseñor Plaza, entre el Cardenal Primatesta y los padres palotinos, entre Florencia Peña y Graciela Alfano, entre Juan XXIII y Benedicto XVI, entre la Madre Teres y Amalita Fortabat… y así podríamos seguir in extenso.

Desprendiéndonos de este muestrario, nos toparemos con multitud de situaciones intermedias, pero que en definitiva se aproximan a uno u otro polo, y si bien la dinámica de la lucha por el poder, que es la política, incluye a ambos, el ánodo y el cátodo, en términos concretos de nuestra militancia política es importante determinar en qué segmento, entre los polos de tensión, estamos parados, o queremos estar parados, y qué estrategias y tácticas debemos implementar par a alcanzar nuestros objetivos.

Y aquí viene una espinosa y difícil cuestión.
El Kirchnerismo, sea lo que fuere, NO ES DE DERECHA.

ES DE IZQUIERDA. ( Quizá lo más a la izquierda que la actual estructura social argentina pueda tolerar)

Y es de izquierda en tanto y en cuanto la esencia de su acción y de su gestión de gobierno es la redistribución de la riqueza, la inclusión social, y para ello concentra su gestión en la unidad económica y política con la América del Sur, la protección y el desarrollo permanentes del mercado interno y el consumo, en un círculo virtuoso, que como mínimo, y a falta de otra nomenclatura podríamos nombrar como “ NEOKEYNESIANISMO – PLUS “ .

Es de izquierda, sí, pero está claramente inscripto en las reglas funcionales del sistema capitalista, y en muchos casos limitado por, y sometido a ellas.

El problema no son los núcleos más sólidos del Kirchnerismo, entre los cuales se cuenta nuestro Frente transversal Nacional Popular y Democrático.

Éstos,a pesar de su fragmentación y su notable tendencia centrífuga con respecto a la construcción de una mejor Unidad Política Operativa, poseen una coherencia ideológica y programática, más que razonable.

EL PROBLEMA SON LOS ALIADOS

En todos ellos, que pueden agruparse en 3 grandes bloques, está presente “esa cosa derechoza”.

Esa cosa teñida de catolicismo rancio, chupacirio y retrógrado. Esa cosa teñida de nacionalismo declamativo ( el cuadrito de Rosas), pero que no trepida en sumarse a engendros verdadera y relmente antinacionales como el menemismo. Esa cosa que quedó pegada a cuatro consignas como, la conspiración judeo- masónica de la sinarquía internacional ( no, la sonrisita está demás,…hay demasiados cuadros en el PJ y en las burocracias sindicales que tienen esta formación), o que pueden proclamar que nuestro enemigo es la IV internacional o la democracia liberal, o el marxismo ateo y apátrida y otras linduras por el estilo que solían aparecer, y aún aparecen en “Cabildo” u otros pasquines similares.

Los grandes bloques de aliados del Kirchnerismo son:
  1. Los aparatos burocráticos de algunos sindicatos
En muchos de ellos está enquistada una burocracia mafiosa , cuyos niveles dirigenciales están integrados por ex –trabajadores, devenidos por los años en empresarios mafiosos, que pueden eventualmente ocuparse de los salarios de sus afiliados o de las prestaciones sociales o alguna que otra mutual de consumo, pero cuyo interés central es la autopepetuación en el poder, y el sostenimiento y eventual crecimiento de sus negocios privados. Y estos no trepidan en someterse, con contadas excepciones, a cualquier gobierno, con cualquier orientación, aún los que rifan el patrimonio nacional y entregan la patria en manos de las empresas multinacionales, o del sistema financiero imperial. NO SON TRABAJADORES. Y este ámbito tiene mucho, por no decir todo de “ esa cosa derechosa”. Si se los apura, una buena parte de ellos hubieran preferido a Duhalde o Rodríguez Saa. Es lo que tiene, o tenía a mano, esa cosa derechosa…el que se postula para ocupar ese espacio, en ser el referente político de estos burócratas es Daniel Scioli.

Ahora bien, cuántos votos de ese 54,11, son de trabajadores afiliados a esos sindicatos conducidos por esta casta mafiosa?

Cuántos de los compañeros que están en terceras y cuartas líneas en estos sindicatos podrían ser permeables a un trabajo de diálogo y persuasión, que permita difundir la importancia del modelo nacional y popular en curso, en especial, la cuestión del mercado interno y la verdadera defensa de la independencia económica?
Otrosí, cuántos empresarios pymes serían permeables a este proyecto y a esta conciencia que apunta directamente a la defensa, en primer lugar, de SUS PROPIOS INTERESES?

  1. Los Municipios del GBA
Otra presa apetecible para construir el Sciolismo.
No están todos en las mismas condiciones, pero la administración munícipe, en permanente acuerdo con “ las fuerzas vivas” ( o los vivos de la fuerza”, cómo decía el General), tiende a ser conservadora, a priorizar los centros y garantizar los servicios y recursos para los poderosos locales. En muchos municipios del GBA, está muy claramente “esa cosa derechosa”. Mientras dependan sustancialmente de los recursos de Nación seguirán más o menos encuadrados, aunque sea formalmente. Pero en este ámbito es previsible una disputa sostenida entre nosotros y estos “aliados”. Será cuestión de trabajo político, constancia y “cintura”.
En este sentido es importante operar en conjunto con otras agrupaciones del kirchnerismo sólido para ocupar espacios y disputar poder a nivel local.

  1. Las Provincias Del NEA y NOA
La propia matriz del peronismo del interior, de los dos nortes históricos, es más Conservadorismo Popular que el peronismo que se fortaleció en el AMBA.

En este caso la cosa derechosa, está en la propia estructura social, arraigada en el paternalismo de las relaciones sociales y laborales. La modernidad viene atrasada y sólo germina en algunos enclaves de las capitales provinciales. La influencia de la Iglesia reaccionaria es muy fuerte. La figura del patroncito y del padrino tienen gran peso. Por end , son a la vez orientadores del voto popular para muchos sectores de estas provincias.

La escasez de recursos industriales desemboca en la dependencia del presupuesto público, que permanentemente tiene que ser subsidiado por el gobierno nacional.

Resta considerar la evolución de los recursos mineros, que pueden llegar a producir algunos cambios en la estructura socioeconómica de algunas provincias, pero hoy es difícil evaluar su impacto. El resto radica en algunas producciones primarias focalizadas y el turismo.

En términos simples, no es inocente ni irrespetuoso considerar que son “provincias pobres”, cuya autonomía económica quizá pueda fortalecerse mediante algún sistema de regionalización.

En este caso, por lo antes expuesto y otras cuestiones que aquí no se detallan, puede decirse que en este grupo la “cosa derechosa” está dada per se.

Qué hacer con la cosa derechosa?

Sostener la alianza que da sustento electoral y político a nuestro modelo.
Pero trabajar por la unidad de objetivos, acordando en lo importante.

Qué es lo importante?

Sostener el modelo económico de independencia, protección y desarrollo del mercado interno, trabajo, trabajo y más trabajo. Consumo y más consumo.

Si logramos que unos cuantos compañeros de estos bloques teñidos de la cosa derechosa comprendan e internalicen esto, habrá chances de avanzar y consolidar el modelo.

Lo demás, como la democracia, la inclusión, los derechos humanos, viene en el combo, pero la estructura de la cajita feliz… es la independencia económica y el trabajo.

Grupo Arturo Jauretche

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