martes, 26 de abril de 2011

Lo que mata es la ansiedad

Por José Sánchez. El profundo cambio en la situación política, que se puso en evidencia a partir del lamentable fallecimiento del compañero Néstor Kirchner, hace necesario reflexionar acerca de algunas cuestiones.
Parece difícil dudar de un triunfo de Cristina en las próximas elecciones del 23 de Octubre. Para que ello ocurra es importante la notable contribución del conglomerado opositor, que envuelto en sus propias contradicciones no hace más que desalentar a sus posibles votantes.
Esto, para adentro del bloque pan-kirchnerista, pone en cuestión algunas definiciones políticas.
A nivel de las disputas de chiqueros medianos y chicos (léase provincias y municipios) deja en una situación incómoda a los pejotistas históricos y sus herederos, los pejotas de entre 40 y 50 años, que provienen de esa matriz, pero que no son lo mismo.
No es lo mismo Insaurralde que Mércuri, ni Giustozzi que Villaverde, ni Darío Díaz Pérez que Quindimil, por citar ejemplos de tres municipios grandes de la tercera sección electoral, esto es Lomas de Zamora, Almirante Brown y Lanús.
 No es lo mismo Urtubey que Romero en Salta, ni Uribarri que Busti en Entre Ríos.
Cómo irán jugando en pos de sus ambiciones políticas personales y la de sus respectivas tropas es cuestión del futuro. Lo que sí es cierto que ya no tienen como carta para el juego, la posibilidad de coquetear con Duhalde, de Narvaez o Macri, como muchos de ellos hicieron en las legislativas del 2009.
La realidad, como única verdad, les impone no sacar los pies del plato K, y están obligados a negociar las listas con sectores no-PJ avalados por la Rosada.
Corcovearán y resistirán para mantener la identidad de sus estructuras territoriales y los sanguichitos de sus batatas pero deberán ceder y negociar en diferentes grados.
En este contexto adquiere particular relevancia la cuestión política de la Provincia de Buenos Aires, a partir de la candidatura a Gobernador de Martín Sabatella.
Aparentemente saldada la cuestión jurídico-formal con las “Listas de Adhesión”, queda por resolver lo político.
Para muchos de nosotros, Kirchneristas no-PJ ( puesto a reflexionar se me hace evidente y casi sencillo encontrar lo que el Kirchnerismo no es - mucho más complicada es la pregunta por el ser), es insoslayable la tentación de aprovechar el mascarón de proa Sabatella, para erosionar al PJ y en particular a Daniel Scioli.
 No nos interesa Sabatella como persona ni como conductor político.
 No sabemos en realidad que haría en caso de acceder a un cargo ejecutivo. Nos interesa como herramienta para tratar de aliviar el lastre de las viejas estructuras pejotistas, así como el lastre de la burocracia síndico-patronal-mafiosa agazapada tras la figura de Moyano.
A mí y a muchos compañeros nos resulta muy difícil aceptar que la opción para el 2015 sea Scioli.
Un Scioli que se ha mantenido leal a pesar de la fuerte presión de la oposición para que se transformara en alternativa para clausurar la etapa K.
A pesar de esto, que se le debe reconocer, sabemos “que no es del palo”, y que su ideario político-ideológico se orienta más al conservadurismo popular asistencialista y represor, que a las políticas de Estado de nuestra Presidenta.
Qué techo tiene la candidatura de Martín Sabatella?
No lo sabemos.
Es tiempo de jugar a fondo en esta línea de desgaste al pejotismo y al moyanismo?

NO

Ya no se trata de ganar las elecciones, sino de cómo ganar.
 Para poder resistir los embates del poder hegemónico empresarial-mediático, apoyado por el imperio, por otros cuatro años, es necesario ganar por más del 50 por ciento.
Según los números y la respuesta de los grupos sociales atentamente considerada, se podrán implementar acciones de profundización del modelo.
Se deberá evaluar cuidadosamente su profundidad y alcance.
Asimismo es necesario atender y encauzar el batatismo interno, las disputas fervorosas por espacios de “poder” entre los maxi-kioscos kirchneristas sosteniendo inclaudicablemente, con expresiones y acciones concretas la nilitancia por la unidad popular.
A pesar de conocer los efectos negativos es inevitable que muchos grupos y compañeros, ante la certeza de que “ya ganamos” entren en una disputa encarnizada por los espacios post-10 de Diciembre. No hay que lamentarse. Es lo que hay y se deberá ser muy prudentes. Con paciencia y firmeza acomodar los melones en el carro lo mejor que se pueda, atendiendo al proyecto político estratégico: El sostenimiento y la profundización, con posibilidades ciertas de un desarrollo sustentable en el tiempo, de nuestro Modelo Nacional y Popular K.

Grupo Arturo Jauretche

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