martes, 16 de noviembre de 2010

La angustia de ser oficialista

Un aspecto importante, y a la vez muy interesante de esta encrucijada política, en Argentina, y en cierto aspecto en toda América Latina, al menos en los países en los que existe un gobierno como el nuestro, es la cuestión de ser oficialistas.
Para muchos compañeros, que están en las filas de los movimientos nacionales y populares, la defensa de los gobiernos que implementan concretamente, con sus más y sus menos, políticas de Estado concurrentes a las demandas de los sectores nacionales y populares, es fuente de recurrentes crisis de conciencia, por lo turbulentos y embarrados que estos gobiernos se muestran.
Buena parte de estos compañeros, reconocen una fuerte experiencia en la lucha de resistencia a las políticas neoliberales de los 90´.
Resistencia que demandaba la constancia de la militancia ante la adversidad y el predominio del discurso neoliberal en el imaginario social.
Pero esta etapa tuvo una gran ventaja: el enemigo era evidente.
Ante el crecimiento de movimientos ideológicamente afines, que lograron hacerse cargo de los aparatos estatales, la cosa ya no resultó tan clara.
La demanda de compañeros en condiciones de hacerse cargo de la gestión estatal puso en evidencia un grave problema aún no resuelto: la falta de cuadros con capacidad de gestión.
Militantes fogueados en la lucha territorial se vieron forzados a aprender rápidamente y como se pudiera, a gestionar como funcionarios del Estado.
Lo que en la resistencia era sencillo, en términos de organización y liderazgo, se enturbió ante las grillas de los organigramas de la gestión.
La delgada línea que separa la defensa e implementación de políticas nacionales y populares, de las concesiones tácticas y/o estratégicas que inevitablemente deben hacerse a ciertos sectores circunstancialmente aliados exigen un duro esfuerzo de conciencia política para ser digeridos.
Recuérdese en este sentido, el impacto que a muchos nos causó la decisión de Néstor Kirchner de postular como candidato a gobernador a Daniel Scioli para las elecciones de 2007, o la decisión de recostarse más en el PJ que en los movimientos y organizaciones sociales, para las legislativas de 2009.
Es posible suponer que esta tensión continuará, e inclusive se acrecentará a medida que se acerque la decisiva elección presidencial de fines de Octubre de 2011.
Desde el 2007 hasta aquí, varias organizaciones y movimientos sociales se apartaron del kirchnerismo, en especial a partir de la batalla de la 125.
Por citar las más relevantes, Barrios de Pie, Libres del Sur y más recientemente,  aunque ya era una cuestión largamente anunciada y postergada, la Lista 1 de la CTA.
Y no sólo se apartaron sino que objetivamente están siendo funcionales al bloque destituyente, cuyo principal objetivo es la derrota de este modelo de país. Y si les fuera posible una derrota “aniquiladora”.
Puede suponerse que para muchos compañeros militantes que quedaron circunstancialmente en ese espectro, su posición está basada en las urgencias que perciben a diario desde sus bases territoriales, más la desconfianza razonablemente justificada en la calidad de aliados de las estructuras del pejotismo y la genéricamente denominada “burocracia sindical”.
Súmesele a todo esto el colorido conjunto de reconocidos delincuentes y vivillos que en todos los distritos se han sumado a las filas de ese confuso y magmático ente denominado “kirchnerismo”, y el panorama se torna aún más complejo.
Ante este cuadro de situación el principal elemento de clarificación estratégica es el cuadro de honor de la oposición y a que sectores y actores sociales locales e internacionales representan. Y sobre todo que intereses defienden.
Para adentro nos queda la difícil y paciente lucha contra los elementos ante descriptos, reforzando continuamente nuestra capacidad transformadora, con la alegría de los militantes populares.
No sólo no debe angustiarnos el ser oficialistas, sino que dada la gravedad de la lucha por el poder que está planteada hoy, debemos ser alegre, paciente y firmemente OFICIALISTAS.

Por José Agustín Sánchez

lunes, 1 de noviembre de 2010

No se hagan ilusiones…que mamá es una leona

Así decía una cartulina plebeya que alguien puso en la plaza en estos días históricos, en que el flaco se nos murió.
Otra vez el subsuelo de la patria sublevado…otra vez.
Pero en esta vez había pibes, muchos pibes…y chabones de clase media, muchos chabones…y trabajadores.
Otra vez los ninguneados, los grasas, los giles, los que no entienden el consenso del servilismo a los intereses y a la prepotencia de los garcas, los gorilas y los cipayos del imperio.
Y Gracias Néstor ¡¡…y Fuerza Cristina ¡¡
Con el cuerpo aún tibio de nuestro querido cumpa, el gorilaje corporativo, ya estaba ensayando ofertas de “consenso” y “gobernabilidad” a condición de que aflojemos, que paremos la mano.
 Que retrocedamos.
Y algún compañero esbozó su deseo de que “el peronismo se vuelva a unir”, como si no hubieran caído en que desde la 125 para acá, muchos “peronistas”, habían explicitado su traición, completando la primera, la que consumaron con “Spruille” Menem.
Y algún especialista en salir segundo y dudar hasta el infinito se ilusiona con un nuevo escenario.
Y el Joaquín jugando su rol de máscara de los profetas del odio, pontificando sobre la “violencia” del funeral acongojado y militante del pueblo por su pingüino flaco.
Está ella, la leona…mamá.
Y Hugo…y Aníbal …y Máximo abrazando a su madre.
Estarán Hugo, Aníbal y tantos otros cuadros del PJ a la altura de las circunstancias?
 Sabrán entender, sabrán elegir y jugarse?

Querrán?

Nosotros  SI

El flaco, el cuadro y el milico

Pocos días después del 25 de Mayo del año 2003 un flaco de los nuestros, de nosotros, los de los 70 que por particulares avatares coyunturales de la política había llegado a ser Presidente de la República Argentina, hizo realizar un hecho inédito y sorprendente.
En el seno de una institución de las Fuerzas Armadas, ordenó, en su carácter de Comandante en Jefe, la remoción de un cuadro del Dictador y genocida Jorge Rafael Videla.
Y se lo ordenó al Comandante en Jefe del Ejército.
Y obedeció.
Y yo, y otros muchos como yo, lloramos…y nos dijimos para nuestro coleto…este es un flaco de los nuestros.
Y era nomás un flaco de los nuestros.
Se debe decir aquí lo que se ha dicho tantas veces….no es que no tuviéramos razón…fuimos derrotados…pero no aniquilados.
Volvimos.
Volvimos con el flaco.
Y NO VOLVIMOS SOLOS.
Y el flaco sabía que la economía está, como todo, subordinada a la política.
Y lo hizo.
En consuno con Lula, le hizo pito-catalán al FMI y a los buitres delincuenciales del sistema financiero del imperio.
Y el flaco habló de la Justicia.
Y lo hizo.
Y el flaco habló del derecho de los jubilados.
Y lo hizo.
Y el flaco habló de la inclusión de los más pobres.
Y lo hizo.
Y el flaco habló de producción nacional, mercado interno y empleo.
Y lo hizo.
Y el flaco habló del derecho a expresarse de todas las voces.
Y lo hizo.
Y el flaco habló del Estado Presente.
Y lo hizo.
Y el flaco habló del derecho a aprender con equidad y justicia social.
Y lo hizo.
Y el flaco habló de Memoria y Justicia.
Y lo hizo.

Pero el flaco nunca dijo que iba a dar su vida por una Argentina justa sobe- rana  e independiente.

PERO LO HIZO.

CARAJO…COMO QUIERO Y ADMIRO A ESE FLACO HIJO DE PUTA.

Y ahora qué hago?


¡¡¡PELEARRRR!!!

José Sánchez

Grupo Arturo Jauretche

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